TOMAS IBAÑEZ: LOS DIVERSOS PORQUES DE LA “A” (ANARQUISMOS /
ANARQUIAS)
Tomas Ibáñez (Zaragoza 1944) es un conocido militante libertario que inicio su
andadura política en Francia dentro de los grupos juveniles anarquistas franceses y
de jóvenes exiliados españoles.
La entrevista que hoy le hemos planteado está centrada básicamente en la
peripecia militante que protagonizó en dichas organizaciones libertarias tanto en
Francia como en España desde principios de los años 1960 hasta los inicios de
1980.
ANARQUIAS)
Tomas Ibáñez (Zaragoza 1944) es un conocido militante libertario que inicio su
andadura política en Francia dentro de los grupos juveniles anarquistas franceses y
de jóvenes exiliados españoles.
La entrevista que hoy le hemos planteado está centrada básicamente en la
peripecia militante que protagonizó en dichas organizaciones libertarias tanto en
Francia como en España desde principios de los años 1960 hasta los inicios de
1980.
De este “viaje simbólico” vamos a escoger tres momentos históricos, que si bien no pueden separarse abruptamente, si es recomendable analizarlos por separado para una mejor comprensión de los mismos.
Estos tres momentos estarían relacionados con su actividad en los grupos anarquistas franceses desde principios de 1960, también con su militancia en grupos libertarios que luchaban contra la dictadura franquista y por último nos centraríamos en su militancia en el estado español durante la reconstrucción de la CNT en el año 1976.
Junto a esta intensa actividad social y política de talante libertario, Tomas Ibáñez es también conocido por sus numerosos trabajos de investigación en psicología social, especialidad de la que fue Catedrático en la Universitat Autonoma de Barcelona hasta fechas muy recientes.
Asimismo Tomas Ibáñez es un gran agitador cultural, siendo iniciador y colaborador de la revista “Archipiélago”, una publicación referente en el campo de la difusión de una cultura critica con todas las formas de poder, tanto de las que existen, como de las que se avecinan.
Últimamente Tomas Ibáñez, nos ha ofrecido buena parte de su ideario en formato libro. Por orden cronológico citaremos aquellos libros que han aparecido recientemente y que podéis consultar o encontrar en las librerias. El primero de ellos es un ensayo titulado “Municiones para disidentes” (Realidad- Verdad-Política) (Gedisa, 2001). Este libro es probablemente la obra más “arriesgada” del autor, o dicho de otra manera en ella se intenta fundamentar tanto un proyecto de filosofía, como un proyecto político liberador y critico contra la lógica dominante del capital y de sus terribles dispositivos para generas maquinas de “verdad”.
El segundo libro, lleva por titulo “Contra la Dominación” (Gedisa, 2005), estando configurado como dos partes diferenciadas. La primera parte se plantea una apuesta decidida por el “relativismo” (de todas las verdades que se presentan como inalterables), así como un intento razonado de explicar los diversos “relativismos” y sus constantes filosóficas.
La segunda parte nos adentra en diversos filósofos contemporáneos, que si bien distintos en sus recorridos intelectuales, tienen según el autor un hilo común en la “exigencia de libertad” en relación a todas las formas de dominación existentes. De este forma podemos conocer (fragmentariamente, como nos dice el autor) los recorridos teóricos de pensadores tan sugerentes como son Cornelius Castoriadis, Michel Foucault, Richard Rorty y Michel Serres.
Por último el tercer libro titulado, “¿Por que “A”? Fragmentos dispersos para un anarquismo sin dogmas” (Antrophos, 2006), nos lleva a una “historización” de las preocupaciones que el militante anarquista, Tomas Ibáñez ha ido desarrollando a lo largo de más de cuarenta años de militancia libertaria. Su primer articulo aparecido en Francia se publicó en 1962 (“Pourquoi jai choisi lAnarchie”) y los últimos tienen fechas muy recientes (¿Es actual el anarquismo?) fechado en 2002 o por fin el aparecido en 2005, “Nacida en París y potenciada en Milán, miles de manos la crearon en las calles del mundo...” que es una descripción de los orígenes del de los anarquistas (la A dentro de un circulo) y de la que Tomas Ibáñez es uno de sus creadores.
Una vez descrita, brevemente su actividad intelectual y militante pasamos pues a la entrevista...
ANTES DE MAYO 1968
P) Tomando como base tu reciente libro publicado hace pocos meses “¿Por qué “A”? (Anthropos), nos encontramos con uno de tus primeros escritos, hace ya bastantes años concretamente del año 1964 titulado “Perspectives anarchistes”. La primera pregunta, muy simple pero necesaria, estaría relacionada con el proceso de formación que te lleva a la militancia política y social en general.
R) Más que de un proceso de formación quizás convenga hablar simplemente de las influencias ejercidas por las propias circunstancias de la vida. Cuando eres hijo de una madre soltera que se deja la piel trabajando como "empleada de hogar" para sacarte adelante en un país extranjero no es extraño que se agudice tu sensibilidad frente a las injusticias y a las desigualdades sociales y que se vaya despertando el confuso deseo de hacer algo para transformar las cosas. Si resulta, además, que las palabras "revolución", "libertad", "colectivizaciones", "franquismo", "dictadura"
resuenan con alguna frecuencia en las conversaciones que mantienen los adultos de tu entorno es bastante comprensible que el camino que te lleva a asumir cierto compromiso socio-político se vaya dibujando poco a `poco y vaya orientando tus pasos con aparente "naturalidad".
P) Una derivación de la misma sería aquella en la que ya te empiezas a identificar como integrante de una corriente de pensamiento libertaria y/o anarquista en un momento en el que no parece, a tenor del artículo señalado, que el anarquismo “gozara” de buena prensa en el vaivén intelectual de las izquierdas francesas.
R) No es que el anarquismo no gozara de buena prensa es que no gozaba de prensa alguna. El anarquismo, simplemente no existía para la izquierda francesa, salvo como pura curiosidad histórica. No hay que olvidar que a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta el marxismo ejercía un dominio hegemónico sobre la izquierda gala expulsando hacia la esfera de la nada a cualquier otra opción anticapitalista. De hecho el movimiento anarquista francés era en esos años prácticamente testimonial, así por ejemplo en una ciudad de la importancia de Marsella, la segunda después de Paris, había tan solo un grupo anarquista, y este no contaba ni con media docena de miembros. Sin embargo las referencias al anarquismo sí estaban fuertemente presentes en el exilio español al que yo pertenecía por vinculación familiar y fue con autentico entusiasmo como respondí en 1960, cuando tenía 16 años, a la iniciativa de crear un grupo de jóvenes libertarios en Marsella. Ni que decir que la mayor parte de los jóvenes que
fundamos ese grupo vinculado a las juventudes libertarias francesas éramos hijos e hijas de libertarios españoles refugiados en Francia.
P) A grandes rasgos, cuales serían los elementos de conexión y a su vez los de conflicto de los diversos grupos libertarios en la Francia inmediatamente anterior al Mayo de 1968.
R).Existían dos grandes tendencias que se subdividían a su vez en una pluralidad de matices. Esas dos grandes tendencias agrupaban por una parte a quienes ponían el énfasis sobre la lucha social y sobre la dimensión revolucionaria del anarquismo, y por otra parte a quienes privilegiaban la dimensión existencial del anarquismo considerándolo sobre todo como una forma de vida, como una ética y como una exigencia de libertad. A groso modo se trataba de la clásica tensión entre el anarquismo social del comunismo libertario y el anarquismo más individualista del antiautoritarismo radical. Pero claro, a partir de estos dos ingredientes básicos las combinaciones son infinitas y si añadimos a esta diversidad potencial el efecto de
los personalismos y de las discrepancias circunstanciales entenderemos que la impresión dominante que producía el anarquismo militante en los albores del 68 era la de unaextraordinaria fragmentación. Ahora bien, desde principios de 1964 se habían lanzado en Paris varias iniciativas que propiciaron los contactos y la colaboración entre los jóvenes anarquistas de los diversos grupos y tendencias posibilitando no solo cierto crecimiento del movimiento anarquista sino también una mayor conexión interna, aunque también favoreció el choque entre parte de la nueva militancia anarquista y parte de la militancia más veterana, creando una suerte de conflicto generacional.
P) Parece que una de las iniciativas para propiciar una mayor interconexión entre los jóvenes anarquistas consistió en proponerles el uso de un símbolo que fuese común para todos los grupos, así es como nació la famosa "A-en-un-circulo", ¿No?
R. Efectivamente. La idea era que todas las manifestaciones públicas de los diversos grupos anarquistas incluyesen un símbolo común para crear la impresión de que existía un movimiento muy amplio pese a su evidente fragmentación. Tras debatir sobre cual podría ser ese símbolo se nos ocurrió la idea de una "A-en-un- circulo" y en el número 48 de nuestro "Buletin des Jeunes Libertaires", publicado en abril de 1964, lanzamos nuestra propuesta. Unos meses más tarde la "A-en-un- circulo" volvió a salir, por iniciativa de Salvador Gurrucharri, en el título de uno de
mis artículos publicados en el periódico de la FIJL "Action Libertaire". La verdad es que esta propuesta no tuvo mucho éxito hasta que, después de celebrar en 1966 en Paris el primer encuentro europeo de jóvenes anarquistas, fue retomada y popularizada por los jóvenes libertarios de Milán.
P) Tu conexión con los grupos de estudiantes libertarios franceses es evidente durante esta época universitaria. Asimismo también existe por tu parte una fuerte relación con los grupos libertarios españoles exiliados que luchan contra el franquismo (caso de la CNT, FIJL, Maquis, etc). Como podrías explicarnos esta relación, tanto en lo personal como en lo colectivo, ante objetivos sociales y políticos en principio distintos, si bien complementarios.
R) En lo personal la relación es bien simple, me movía básicamente en el ámbito anarquista francés, Marsella en un primer momento y Paris a partir del 63, pero la vinculación con la FIJL existía desde el principio y es así por ejemplo como me sobrecoge la noticia de la ejecución de Granados y Delgado cuando estoy participando en la anual concentración veraniega organizada por la FIJL en agosto de 1963. Inmediatamente después de esa concentración, y viviendo ya en Paris, buena parte de mis esfuerzos se van a volcar en estrechar las relaciones entre los
jóvenes anarquistas franceses y la FIJL en un momento donde esta, victima de una fuerte represión por parte de las autoridades galas, necesita el respaldo francés de forma vital. Mi colaboración con la FIJL se hará cada vez más estrecha hasta entrar a formar parte de su Comisión de Relaciones en enero de 1966 (hasta 1969). En lo colectivo, la relación también es bastante obvia, esta claro que la solidaridad con la lucha libertaría contra el franquismo figura en la agenda de todos los grupos anarquistas, pero la línea de acción directa emprendida por la FIJL, y el enfrentamiento de esta organización con las estructuras burocratizadas de la CNT y
de la FAI en el exilio constituyen dos elementos que se aúnan para suscitar las simpatías de los sectores más jóvenes y más emprendedores del anarquismo francés. Estos sectores se volcaran, junto con la FIJL y con los jóvenes libertarios de Milán, en la dinamización de la juventud anarquista europea.
P) Como podrías caracterizar en sus ideas-fuerza el nuevo discurso libertario que se va produciendo en el inminente pre-mayo de 1968. Cual fue la influencia intelectual de algunos grupos que sin venir de un “anarquismo ortodoxo”, (Situacionismo, “Socialismo o Barbarie”)
mantenían un discurso antiautoritario innegable.
R) Es incuestionable que en los dos o tres años que preceden a mayo del 68 el anarquismo francés va cobrando una nueva vitalidad con la incorporación de una serie de jóvenes, estudiantes en buena parte pero no solo, que se caracterizan por desarrollar un fuerte sentimiento crítico contra todo lo que esta institucionalizado, incluso en el seno del propio movimiento anarquista. La voluntad de renovación es manifiesta, el tono de provocación y de irreverencia se cultiva tanto de cara a las instituciones sociales como hacia adentro de las organizaciones anarquistas, lo que conducirá a una serie de enfrentamientos que culminarán en el congreso anarquista internacional celebrado en Italia después de mayo del 68. La provocación, la exacerbación del espíritu crítico, la irreverencia, el rechazo de lo heredado, la incitación a la innovación y a la creación radical, son algunos de los aspectos que trazan cierta conexión entre el nuevo discurso libertario y las experiencias situacionistas o socialbarbaras, pero más allá de este aire de familia la verdad es que el encapsulamiento, la cerrazón sobre si mismos de los diversos colectivos (situs, social-bárbaros y anarcos) limitó la influencia al ámbito de las lecturas y de
alguna relación puntual.
P) Por cierto, como fue la relación con aquellos grupos que hemos llamado del “anarquismo ortodoxo” y más concretamente con los representantes de la CNT del exilio, con sede en Toulouse.
R) Conflictiva, claro. Buena parte de la juventud anarquista europea apoyó a la FIJL en su pugna contra el sector "ortodoxo" y este sector cometió errores de tal magnitud que no fue difícil decantar a su favor la opinión anarquista pese a la influencia que aun tenía la FAI en las Federaciones Anarquistas de los diversos países de Europa. Por ejemplo la condena hecha desde el Secretariado Intercontinental de la CNT en el exilio del secuestro de Monseñor Ussía en abril de 1966 llevado a cabo desde la FIJL por el "grupo 1ero de Mayo" consiguió que la totalidad de los grupos y organizaciones anarquistas de la región parisina (con excepción de la FAI, claro…) salieran con virulencia al paso de esa condena exigiendo a Toulouse una rectificación inmediata.
DURANTE MAYO 1968
P) Hoy es fácil enumerar, que no analizar, a “grosso modo” aquello que hemos venido en llamar los acontecimientos de mayo de 1968 en diversos países del mundo. Sin embargo, y sin un “plan” concreto previo que los pudiera definir (en un sentido de anticipación y objetivación de lo que
podría ocurrir...), desde tu experiencia personal era previsible una contestación de tanta intensidad y fuerza, tanto en sociedades del capitalismo consumista, como en algún régimen del “socialismo real” (caso de Checoslovaquia).
R) Pues no, claro, ni era previsible ni nadie la previó…Sin duda se daba un conjunto de muy diversas circunstancias que hacían posible esa enorme contestación y sobre las cuales podemos especular a posteriori. El hecho de que existían las circunstancias que hacían posible los acontecimientos de mayo es innegable puesto que esos acontecimientos se dieron efectivamente, pero no basta con que algo sea posible para que acontezca y es razonable afirmar que junto con determinadas circunstancias posibilitadoras también se dieron series de acontecimientos y de
circunstancias puramente casuales que de no haberse dado en la forma imprevisible en que se dieron hubiesen apagado el incendio de mayo antes de que este se iniciara.
P) Como explicarías y analizarías el inicio y desarrollo “del mayo francés”, tanto desde la vivencia personal, como desde la reflexión política y militante. Cuales fueron las claves de esa gran creatividad colectiva, que ya ha quedado inmortalizada ejemplarmente en la multitud de “graffittis” que conjugan la critica más profunda hacia cualquier forma de poder y dominio, con un nuevo lenguaje mordaz e irreverente hacia el “establishment” político y económico.
R). Dejaremos de lado "la vivencia personal" porque fue tan intensa y tan profunda que me faltaría espacio para relatarla aquí. Creo que hay que buscar las claves de esa gran creatividad colectiva en un concurso de circunstancias aparentemente secundarias y coyunturales que se fueron potenciando mutuamente hasta configurar el resultado que se consiguió. Por una parte los errores cometidos por las autoridades en "el control" de la situación hicieron que se crearan y subsistieran durante largos días y hasta semanas en algunos casos, enormes "espacios liberados" de donde el poder instituido estaba totalmente ausente. Ese vacío de poder quedó ocupado por una serie de prácticas que se desenvolvían desde la creatividad de la gente y que al ejercerse libremente engendraban nuevas apetencias de libertad y nuevas prácticas de libertad. Por otra parte el hecho que desde sus inicios, y a través del papel de Cohn Bendit y del grupo de Nanterre, la referencia al anarquismo haya estado presente en los acontecimientos de mayo
contribuyo a orientar el imaginario y las practicas del movimiento en unas direcciones que apelaban a la creatividad y a la libertad más que a la repetición y a la disciplina. En tercer lugar el carácter asambleario de los colectivos que iniciaron mayo del 68 fortaleció un modo de funcionamiento que contravenía de entrada a los funcionamientos jerarquizados y a la simple transmisión de consignas, obligando a discutir y a "crear" colectivamente argumentos o propuestas. Por fin, aunque aun podríamos alargar esta lista, el hecho de que desde los primeros enfrentamientos violentos del 3 de Mayo las estructuras militantes de todas las organizaciones estudiantiles se vieran desbordadas tanto por "las" militantes (en efecto, como las chicas quedaban excluidas de los Servicios de Orden, estas escaparon a la detención masiva en el patio de la Sorbonne), como por "las bases", y por los "inorganizados" también contribuyó a debilitar el peso de las estructuras y a dar la voz a la creatividad colectiva. Ninguno de los aspectos que acabo de mencionar tiene por si mismo un peso determinante, ninguno de ellos resulta tampoco de supuestas condiciones necesarias, pero puede que mayo del 68 hubiese tenido otras características, o hubiese abortado de inmediato, si las fuerzas represivas no hubiesen dejado ocupar la Sorbonne, o el Odeon, o si Cohn Bendit hubiese sido trotskista en lugar de anarquista.
DESPUÉS DE MAYO DE 1968
P) Aunque resulta evidente, las diversas “revoluciones” de los múltiples mayos de 1968 no vencieron. Sin embargo si que dejaron paso a una cultura de contestación y crítica al capitalismo, ya no solo en su formulación económica sino también en sus aspectos vivénciales. ¿Cómo valoras dichos efectos y si los mismos nos pueden servir como anticipación de una critica “total” a los mecanismos de dominio que el capitalismo sigue generando actualmente?
R) No me cabe la menor duda de que mayo del 68 marca un antes y un después. Es muchísimo lo que después de mayo del 68 ya no se puede plantear como se hacía antes, y son muchas las circunstancias actuales que se fraguan a partir de las semillas del 68, o sea, los efectos de mayo aún se dejan sentir plenamente hoy en día. Salvo excepciones, las prácticas antagónicas anteriores a mayo del 68 se alimentaban en los discursos emancipadores del siglo 19 y encajaban en las coordenadas de la sociedad industrial de finales del siglo 19 hasta la segunda mitad
del siglo 20. Mayo del 68 trastoca la relación con los discursos del 19 y comienza a dibujar un encaje en las coordenadas de lo que algunos han llamado la sociedad post industrial. El efecto renovador de mayo es incuestionable pero resulta mucho más difícil calibrar en que medida las formulaciones que se gestan a partir de mayo son desestabilizadoras para las formas actuales de la dominación, o, simplemente, adecuan el antagonismo social a lo que requieren esas nuevas formas. Probablemente se den ambos fenómenos, simultáneamente y de forma
contradictoria, pero no me atrevería a decir mucho más…
P) Como siguieron “viviendo” las diversas corrientes anarquistas después de mayo del 1968 en Francia. Como fue la resaca, si es que la hubo...
R) La resaca fue sin duda considerable y se manifestó de diversas formas, algunos no soportaron la idea de volver a vivir como "antes" y dejaron simplemente de vivir (suicidios y accidentes buscados…), otros se fueron a vivir en unas comunidades que, en su mayoría, fueron bastante efímeras, muchos cultivaron febrilmente la fantasía de reeditar mayo del 68 viendo en cada lucha la señal de que otro mayo era posible, pero las diversas corrientes anarquistas siguieron más o menos como antes del 68, eso sí con bastantes más militantes que antes y en un entorno donde las referencias al anarquismo eran ahora bastante más frecuentes. Pero quizás la
principal diferencia fue que parte de la sensibilidad libertaria y de los planteamientos anarquistas pasaron a impregnar poco a poco las concepciones y las prácticas de sectores bastante amplios de la sociedad con independencia de cualquier referencia explicita o directa al propio anarquismo.
P) Adentrándonos ahora en la lucha contra la dictadura franquista, la FIJL siguió desarrollando una actividad importante desde Francia. ¿Cuáles fueron las acciones a destacar y la filosofía que las impregnaba?
R). Permíteme que te corrija porque mayo del 68 marcó prácticamente el final de la FIJL y de sus acciones. Con la ilusión despertada por la creación del DI la FIJL desarrolló una intensa actividad de acciones directas en 1962 y hasta agosto de 1963. Tras la disolución formal del DI en 1965 (organismo que se había vuelto inoperante desde hacía más de un año) la FIJL reemprendió su línea de acción directa a principios de 1966 (secuestro de Monseñor Ussía a finales de abril), y la mantuvo hasta principios de 1968, pero mayo del 68 agravó las tensiones internas de la organización juvenil y esta se fue debilitando y apagando muy rápidamente.
De hecho no se lleva a cabo ninguna acción en 1969 y los últimos coletazos concluyen definitivamente en 1970. Las acciones que vendrían después surgirían de otros entornos (MIL, etc.) y cuando en algunas de ellas participarían antiguos miembros de la FIJL como fue el caso del secuestro del Banquero Suárez en 1974, sería sin el aval de una organización que, en la práctica, había dejado de existir.
P) Una vez muerto el dictador, algunos regresasteis a vuestro “país de origen”. ¿Cuáles fueron las sensaciones personales y como continuaste tu militancia libertaria en nuestro país?
R) Mi "regreso" fue en el verano de 1973, pero durante los dos años que aún transcurrieron antes de la muerte de Franco debo reconocer que mi militancia estuvo marcada por una enorme prudencia y fue prácticamente inexistente. Por una parte algunos percances que había tenido anteriormente con la BPS indicaban que me tenían perfectamente fichado, y por otra parte tenía que "integrarme" en España lo cual más que buscar un trabajo que encontré de inmediato me suponía, por ejemplo, aprender a dar clases en la Universidad en una lengua, el castellano,
que no dominaba en absoluto.
P) Uno de los elementos de “cohesión” de las diversas organizaciones libertarias y antiautoritarias en el estado español, tras la muerte del dictador, fue la reconstrucción de la CNT en febrero de 1976.¿Cómo fueron los primeros debates, así como tus primeras impresiones ante un proceso que por lo menos hemos de calificar de “complejo” en su gestación?
R) Participé del entusiasmo general que despertó entre los libertarios y sectores afines la reconstrucción de la CNT, volcándome intensamente en las actividades de mi sindicato y en la vida orgánica de la CNT de Catalunya. En esos momentos, todo parecía posible y experimentaba el sentimiento de que era un ser privilegiado por haber tenido la suerte de vivir de lleno dos eventos capitales para el movimiento libertario, mayo del 68 por una parte y la efervescencia libertaria de la transición por otra parte. Si exceptuamos al sector de la FAI vinculado a Toulouse, se daba la circunstancia de que mantenía fuertes lazos de amistad con compañeros
significados ubicados en todos los demás sectores y esto me incitaba a pensar que las diferencias entre ellos no podían ser tan insalvables como para conducir la organización hacia su desintegración.
Esta bien claro que me equivocaba por completo, aunque tardé bastante tiempo en darme cuenta que la situación no tenía ninguna salida satisfactoria.
P) Tú empezaste a militar en el sindicato de enseñanza de la CNT en 1976, un sindicato que además de agrupar a los diversos trabajadores de la enseñanza en sus reivindicaciones laborales, también agrupaba a estudiantes e intentaba plantear soluciones “radicales” a la transmisión de
conocimientos así como una critica a la enseñanza como mercancía de prestigio social.
¿Explícanos como fueron esos momentos en los que la CNT era un continente con un fuerte respaldo sindical y social?
R) Hasta donde alcanzan mis recuerdos los debates y las actividades de mi sindicato eran básicamente de dos tipos. De tipo ideológico por una parte, en tanto que se centraban en la crítica libertaría a la pedagogía y a al sistema educativo establecidos, o en las posturas a tomar frente a los acontecimientos políticos, tales como las elecciones, los pactos de la Moncloa etc. De tipo orgánico por otra parte, centrados en las posturas y ponencias a debatir en los diversos, y constantes, comicios de CNT. Esto significa que dedicábamos muy poca actividad a lo que
serían las cuestiones más propiamente sindicales y reivindicativas, pero esto no se debía a la presencia, finalmente bastante escasa, de estudiantes sino al hecho de que la afiliación no se había producido sobre una base sindicalista sino principalmente a partir de una adhesión ideológica.
P) ¿Cuales crees que fueron las causas del resquebrajamiento de la CNT como organización abierta a la pluralidad antiautoritaria y libertaria en su campo sindical y social a finales de 1979?
R) La CNT se construyó a través de determinadas luchas y dentro de un contexto histórico particular, fue fruto de esas luchas y de ese contexto, no era posible "transplantarla" a otro contexto histórico configurado por otras coordenadas y por otras luchas. Dicho con otras palabras, la pretensión de "reconstruir" la CNT era insensata y estaba abocada al fracaso. Lo que había que hacer era "construir "a partir de la intervención libertaria en las luchas un instrumento adecuado al nuevo contexto histórico, sin embargo se quiso ahorrar esfuerzos sacando del armario una organización "lista para usar" y, paradójicamente, en lugar de ahorrar esfuerzos, esto malbarato todos los esfuerzos derrochados por el incipiente movimiento
libertario. El problema, claro, era que la perspectiva de "reconstruir" la CNT ejercía tal fascinación que era totalmente imposible ensayar un proyecto distinto.
En definitiva, "reconstruir" la CNT era, a la vez, absolutamente inevitable y totalmente
imposible…
imposible…
P) Ya para acabar, Tomas, como “sientes” socialmente el tiempo que actualmente estamos viviendo. Cuales serian las posibles claves para un futuro “anarquista” (sin dogmas por supuesto...)
R) Hace ya bastantes años que tengo el sentimiento de vivir unos tiempos de "transición" entre dos épocas bien distintas, el problema es que una de ellas, la que se va quedando atrás, la conocemos relativamente bien, mientras que la que va naciendo presenta aún contornos borrosos que no acabamos de descifrar. Parece que esa nueva época presenta ciertos rasgos estructurales que, por una parte, son propicios a funcionamientos sociales de tipo libertario y que, por otra parte, suscitan luchas que adoptan formas libertarias. Pero esa nueva época también va gestando nuevas modalidades de ejercicio de poder que no auguran nada bueno, y
también va propiciando formas de lucha que se sitúan en las antípodas de lo libertario. ¿Cómo se configurará el futuro? Por suerte, creo que ni los más poderosos del planeta lo saben con precisión, pero una cosa sí parece bien clara, y es que los planteamientos libertarios solo sobrevivirán si son capaces de romper anclas, de abandonar formulaciones propias del pasado y de inventar conceptos con la misma radical creatividad con la cual la propia sociedad inventa día a día nuevos escenarios.